martes, 22 de mayo de 2012

Polimialgia Reumática (PMR)


NOTA: El siguiente artículo es publicado con el consentimiento del autor. Lo contenido allí es producto de su dominio intelectual y por ende, protegido por la legislación vigente en términos de derechos de autor. De igual manera, hace parte de las memorias del XIV Simposio de Diagnóstico y Tratamiento de la Osteoporosis, REUMATOLOGYA, S.A.
Adriana Lucía Vanegas, M.D.
Especialista en Medicina Interna.
Residente de Reumatología.
Universidad de Antioquia.
Medellín, Colombia.




1.    INTRODUCCIÓN

-       La polimialgia reumática (PMR) es una enfermedad inflamatoria que se presenta en las personas mayores de 50 años y se caracteriza por dolor y rigidez en el cuello y las cinturas escapular y pélvica.
-       Causa limitación funcional y restricción para las actividades de la vida diaria, es una indicación para uso de glucocorticoides (GC) a largo plazo y está fuertemente relacionada con la arteritis de células gigantes (ACG).

2.    EPIDEMIOLOGÍA



-       Se estima una prevalencia de 700 por 100 mil personas, siendo mayor en los países escandinavos.


-       La incidencia varía de 12.7 a 112.6 por 100 mil personas/año, aumenta con la edad y alcanza un pico entre los 70 y 80 años.


-       La relación mujer : hombre es de 2.5 –4:1.


-       Estudios poblacionales han demostrado la presencia de ACG confirmada por biopsia en 16-21% (15%) de los pacientes con PMR, pudiendo ésta preceder, ser simultánea o desarrollarse luego de la aparición de las manifestaciones clínicas de la ACG.; por el contrario, los síntomas polimiálgicos se han descrito en el 40-60% (50%) de los pacientes con ACG en las series clínicas.


-       Se ha sospechado un disparador de origen infeccioso debido al inicio súbito de los síntomas, la prevalencia elevada de anticuerpos contra adenovirus y virus respiratorio sincitial y el aumento de la incidencia durante epidemias de M. pneumoniae, parvovirus B19 y C. pneumoniae.


-       Los alelos HLA-DRB1*04 y DRB1*01 se han asociado con susceptibilidad para PMR.


-       También se han implicado polimorfismos de genes no HLA como el de la molécula de adhesión intracelular-1 (ICAM-1), el factor de necrosis tumoral (TNF) y la interleuquina 6 (IL-6).


-       Se ha encontrado reducción en la producción de hormonas adrenales (cortisol y dehidroepiandrosterona) en pacientes con PMR activa sin tratamiento, al parecer por alteración de la respuesta adrenal al estímulo con ACTH.


-       La afección de tejidos blandos (como las bursitis subacromial o subdeltoidea) ha sido implicada como generadora de los síntomas.


-       Estudios por artroscopia, radioisótopos y de resonancia magnética han indicado la presencia de sinovitis en las articulaciones proximales y en las estructuras periarticulares.


-       Análisis de biopsias de la arteria temporal han demostrado que los pacientes con PMR tienen afección vascular subclínica, pero a diferencia de lo que se describe en ACG, no se ha encontrado en ellos presencia de interferón gama, llevando a proponer que la producción de esta citoquina es crucial en el desarrollo de la vasculitis con manifestaciones clínicas.


-       Otros estudios usando tomografía de emisión de positrones con fluoro-18-deoxiglucosa marcada radioactivamente (18FDG-PET) en pacientes sin evidencia clínica de vasculitis han mostrado un incremento en la captación de la FDG en las arterias torácicas, que desaparece con el tratamiento con GC.



3.    MANIFESTACIONES CLÍNICAS



-       La enfermedad afecta las cinturas escapular y pélvica, en forma simétrica, causando dolor y rigidez matutina mayor a 30 minutos de duración.

-       El paciente consulta por dificultad para pararse de la cama, levantarse de una silla o elevar los brazos (peinarse, comer, coger cosas ubicadas en un lugar elevado).

-       El inicio abrupto de los síntomas es característico, y con frecuencia el paciente es capaz de recordar con exactitud la fecha de inicio de éstos.

-       Al examen físico hay restricción dolorosa de los movimientos pasivos y activos de hombros y caderas, usualmente sin edema articular proximal. La fuerza muscular es normal pero puede ser difícil de interpretar debido al dolor.

-       En el 50-70% de los pacientes hay cervicalgia, lumbalgia, dolor en el tercio superior de los brazos y los muslos.

-       Puede acompañarse de manifestaciones musculoesqueléticas distales como síndrome del túnel del carpo y artritis periférica no erosiva y asimétrica de muñecas, rodillas y articulaciones de las manos y los pies hasta en el 50% de los pacientes. Algunos pueden tener edema con fóvea en el dorso de las manos y de los pies o en los tobillos.

-       Los síntomas y signos sistémicos como fiebre baja, depresión, fatiga, anorexia y pérdida de peso pueden estar presentes en el 30-40% de los pacientes; su aparición debe alertar y obliga a descartar la presencia de arteritis de células gigantes o de un diagnóstico distinto, como neoplasia.



4. DIAGNÓSTICO



4.1   CLÍNICO


-       Los criterios usados con mayor frecuencia para el diagnóstico de la enfermedad son empíricos y han sido definidos por expertos clínicos; los propuestos por Chuang et al en 1982 y Healey en 1984 son los más usados, con sensibilidad del 92% y especificidad del 80%, debiendo estar presentes todos para hacer el diagnóstico.


-       Incluyen:

·         Edad ≥ 50 años.

·         Dolor y rigidez simétrico mayor de 1 mes en dos o más áreas (cuello o torso, hombros o regiones proximales de los brazos y caderas o aspectos proximales de los muslos).

·         Velocidad de sedimentación globular (VSG) > 40 mm/h.

·         Exclusión de otros diagnósticos (excepto ACG).

·         Rigidez matutina > 1 hora.


-       Healey incluyó en ellos también la respuesta al tratamiento con dosis menores a 20 mg/d de prednisolona (PDN).


-       En 2008 fueron propuestos los criterios diagnósticos por el Colegio Americano de Reumatología y adoptados por la Sociedad Británica de Reumatología (BSR) y los Profesionales Británicos en Salud en Reumatología (BHPR); todos deben estar presentes para hacer el diagnóstico y son los siguientes:

·         Edad ≥ 50 años.

·         Dolor de hombros bilateral o de cintura pélvica o de ambos.

·         ≥ 2 semanas de evolución.

·         Evidencia de elevación de reactantes de fase aguda (VSG o proteína C reactiva – PCR).

·         Rigidez matutina ≥ 45 minutos.



4.2   LABORATORIO


-       No existe un examen que sea específico.


-       Un hallazgo importante para el diagnóstico es la presencia de una VSG ≥ 40 mm/h, sin embargo, puede ser normal hasta en el 20% de los pacientes. Se postula que la presencia de valores elevados de la PCR podría ser un indicador más sensible de la actividad de la enfermedad, tanto en el diagnóstico, como en las recaídas.


-       La IL-6 parece ser un biomarcador útil para definir la actividad de la enfermedad, su producción está elevada en los pacientes con PMR y el tratamiento con glucocorticoides rápidamente reduce sus niveles circulantes.


-       Niveles persistentemente elevados luego de un mes de tratamiento se han correlacionado con requerimientos de dosis mayores de esteroides y por más largo tiempo, al igual que con un mayor riesgo de recaída.


-       En 2/3 de los pacientes puede encontrarse anemia normocítica normocrómica y en 1/3 leve elevación de las pruebas hepáticas, en especial de la fosfatasa alcalina.



4.3   IMAGINOLÓGICO


-       Se ha empleado la ecografía o la resonancia magnética de hombros y caderas buscando encontrar las bursitis simétricas subacromial, subdeltoidea y/o trocantéricas (sensibilidad del 92.9% y especificidad del 99.1% para el diagnóstico de PMR).





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-       Las imágenes funcionales por 18FDG-PET muestran captación en los hombros y las caderas de la mayoría de los pacientes con PMR, bursitis interespinosa hasta en el 50% y la presencia de vasculitis subclínica (especialmente en las arterias subclavias) hasta en un tercio de ellos.
-       Estas herramientas pueden ayudar a establecer el diagnóstico en los pacientes con VSG normal o en aquellos donde exista duda diagnóstica.



5.    DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES



-       Los síntomas polimiálgicos pueden ser la manifestación inicial de:

·         Artritis reumatoide (AR).
·         Lupus eritematoso sistémico (LES).
·         Espondiloartropatías de inicio tardío.


-       Múltiples condiciones clínicas pueden compartir los síntomas como malignidades (sólidas y hematológicas como el mieloma), endocarditis infecciosa, amiloidosis, canal cervical estrecho, enfermedad de Parkinson, miopatía por estatinas, hipotiroidismo, fibromialgia, polimiositis (PM), deficiencia de vitamina D, enfermedad por depósito de cristales de pirofosfato de calcio y la sinovitis simétrica seronegativa y edema con fóvea recurrentes (RS3PE).


-       La ausencia de respuesta adecuada a los GC y la presencia de características atípicas (síntomas que no empeoran con el movimiento, ausencia de rigidez matutina, dolor más difuso, presencia de síntomas sistémicos) obligan al uso de métodos diagnósticos adicionales que se elegirán dependiendo de las manifestaciones asociadas que orienten hacia la existencia de otra enfermedad.


-       Las manifestaciones articulares simétricas, la seropositividad especialmente de los anticuerpos contra el péptido cíclico citrulinado – antiCCP (porque hasta el 12% de los individuos sanos > 60 años pueden tener factor reumatoide positivo sin enfermedad, usualmente en títulos bajos) y la presencia de enfermedad articular erosiva orientan hacia el diagnóstico de AR.


-       La paresia proximal en vez de dolor y el aumento de las enzimas musculares, ayudan a diferenciar la PM de la PMR; esto se confirmaría con el patrón miopático en la electromiografía y los hallazgos inflamatorios en la biopsia muscular.


-       En el paciente con cefalea de reciente inicio, síntomas visuales, claudicación mandibular, sensibilidad a la palpación o engrosamiento de la arteria temporal con VSG y PCR elevados al momento del diagnóstico o a pesar del tratamiento, debe sospecharse ACG.


-       El dúplex de las arterias temporales tiene un alto valor predictivo positivo, sin embargo, de ser normal, no excluye el diagnóstico y debe recurrirse a la biopsia de la arteria temporal. Se debe iniciar tratamiento inmediato con altas dosis de GC, hospitalizar al paciente y evaluar urgente por oftalmología.



6.    TRATAMIENTO



-       Los GC se inician en dosis bajas o moderadas por 2-3 semanas con posterior descenso progresivo, no existe un régimen ideal.


-       Las BSR y BHPR sugieren un esquema de 15 mg/d de PDN por 3 semanas, seguidos de 12.5 mg/d por 3 semanas, 10 mg/d por 4-6 semanas y posteriores reducciones de 1 mg cada 4-8 semanas o reducciones interdiarias (10/7.5 mg en días alternos, etc).


-        El uso de GC intramusculares (metilprednisolona 120 mg IM cada 3 semanas) se ha estudiado en ensayos clínicos abiertos comparándolo con PDN oral y se ha encontrado eficacia similar con menores dosis acumuladas y menos fracturas, pero el inicio de acción es más tardío y no permite titular las dosis para el descenso.


-       El deflazacort comparado con dosis equivalentes de PDN tiene menor potencia.


-       El riesgo de osteoporosis con el uso de GC a largo plazo puede disminuirse usando la dosis mínima efectiva de GC.


-       Siempre hay que suplementar con calcio y vitamina D, se debe hacer densitometría ósea y si se usan dosis mayores de 7.5 mg de PDN por más de 3 meses o existen otros factores de riesgo asociados se adiciona un bisfosfonato.


-       No hay ventajas en el uso adicional de antiinflamatorios no esteroideos en cambio sí hay mayor riesgo de efectos adversos.


-       El metotrexate se ha propuesto como medicamento ahorrador de GC, pero los resultados de los estudios de efectividad han sido contradictorios; estará indicado en pacientes con curso crónico y recaídas con el descendo de los GC (se recomienda a la tercera recaída).


-       Un estudio piloto reciente encontró que el infliximab era eficaz en pacientes que permanecían activos a pesar del tratamiento con GC; igualmente hay reportes de caso con tocilizumab. Son necesarios estudios controlados, cegados y de distribución aleatoria que evalúen las alternativas al tratamiento con GC.



7.    SEGUIMIENTO Y PRONÓSTICO



-       Se define remisión como la ausencia total de los síntomas junto con normalización de la VSG y recaída como la reaparición de los síntomas y de la elevación de la VSG.


-       Más de 70% de los pacientes tienen respuesta clínica durante la primera semana de tratamiento. Los marcadores de inflamación se normalizan alrededor de las 4 semanas.


-       Si las dosis de GC se disminuyen rápidamente o se abandona el tratamiento, usualmente ocurre una recaída; sin embargo, hasta en 1/3 de los pacientes ocurren exacerbaciones espontáneas, con mayor frecuencia en los dos primeros años de tratamiento.


-       El seguimiento se hace por medio de los síntomas clínicos y los niveles de VSG o PCR.


-       Deben evaluarse también la presencia de efectos adversos y la aparición de síntomas de ACG.


-       Las guías recomiendan visitas de seguimiento a la primera, tercera y sexta semana, al tercer, sexto, noveno mes y al año de tratamiento, con visitas extra en caso de recaída o eventos adversos.


-       Un estudio a largo plazo encontró que los efectos adversos se podían presentar hasta en el 65% de los pacientes en tratamiento.


-       El riesgo de diabetes mellitus tipo 2 y fractura es de 2 a 5 veces mayor en pacientes con PMR.


-       Una dosis acumulada de 2 gramos de PDN es un factor de riesgo independiente de efectos adversos.


-       Si se presenta recaída, se recomienda aumentar a la dosis previa efectiva del medicamento.


-       Usualmente se da tratamiento durante 1 a 2 años pero aquellos pacientes con un curso crónico y con recaídas requieren dosis bajas de glucocorticoides por más de 3 años.



8.    CONCLUSIONES



-       La PMR es una enfermedad que se presenta en mayores de 50 años con dolor y rigidez en cuello y cinturas escapular y pélvica; se asocia generalmente con elevación de la VSG y la PCR.


-       Hasta un 20% de los pacientes desarrollan ACG.


-       Los pacientes tienen una respuesta rápida al tratamiento con dosis bajas o moderadas de GC.


-       Se requieren 1–2 años de seguimiento clínico, sin embargo, hasta un tercio de los pacientes tienen un curso crónico presentando recaídas y requiriendo dosis bajas de esteroides por mayor tiempo o adición de otros medicamentos como metotrexate o incluso agentes biológicos.



9.    LECTURAS RECOMENDADAS



-       Dasgupta B, Matteson EL, Maradit-Kremers H. Management guidelines and outcome measures in polymyalgia rheumatica (PMR). Clin Exp Rheumatol 2007; 25:130-136.

-       Dasgupta B, Salvarani C, Schirmer M, Crowson CS, Maradit-Kremers H, Matteson EL. and Members of the American College of Rheumatology Work Group for Development of Classification Criteria for PMR. Development of classification criteria for polymyalgia rheumatica (PMR): results from an expert work group meeting and a wider survey. J Rheumatol 2008; 35:270–7.

-       Ghosh P, Borg FA, Dasgupta B. Current understanding and management of giant cell arteritis and polymyalgia rheumatica. Expert Rev Clin Immunol 2010; 6:913-928.

-       Dasgupta B, Borg FA, Hassan N, et al. BSR and BHPR guidelines for the management of polymyalgia rheumatica. Rheumatology (Oxford) 2010; 49:186-190.

-       Vanegas AL, Ramírez LA, González LA, Acosta JL. Polimialgia reumática: estudio descriptivo en Medellín, Colombia. Rev Col Reumatol 2011; 18:260-270.

-       Jones R 3rd, Rhee DJ. Corticosteroid-induced ocular hypertension and glaucoma: a brief review and update of the literature. Curr Opin Ophthalmol 2006; 17:163.

-       Rhen T, Cidlowski JA. Antiinflammatory action of glucocorticoids—new mechanisms for old drugs. N Engl J Med 2005; 353:1711-1723.

-       Ha YJ, Lee K-H, Jung SJ, Lee S-W, Lee S-K and Park Y-B Glucocorticoid-induced diabetes mellitus in patients with systemic lupus erythematosus treated with high-dose glucocorticoid therapy. Lupus 2011; 20:1027–1034.

-       Boers M. The COBRA trial 20 years later Clin Exp Rheumatol 2011; 29 (Suppl. 68):S46-S51.
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REFERENCIA DE IMÁGENES:

(1) Sinovitis de cadera en paciente con PMR. Se observan hallazgos inflamatorios en la sinovial. Tomada de: Ultrasonographic monitoring of response to therapy in polymyalgia rheumatica. JIMÉNEZ-PALOP, Mercedes et al. Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda, Martin Iriarte 59, Madrid 28290, Spain; Ann Rheum Dis 69:879-882 doi:10.1136/ard.2009.113555

(2) Bursitis subdeltoidea exudativa en paciente con PMR. Tomada de: Ultrasound in Rheumatology. GRASSI, Walter et al. Cattedra di Reumatologia, Università Politecnica delle Marche, Ospedale ‘A. Murri’, Via dei Colli, 52, 60035 Jesi, Ancona, Italy Available online 3 June 2005. Best Practice & Research Clinical Rheumatology Volume 19, Issue 3, June 2005, Pages 467–485.

(3) Manos de una paciente con PMR no tratada. Se observa tumefacción difusa bilateral en manos y dedos, con edema en fóvea distal presente. Una sección axial en T2 a través del punto medio de las palmas muestra edema subcutáneo en el dorso de las manos, colección de líquido en las vainas sinoviales extensoras y flexoras. Polymyalgia rheumatica. SALVARANI, Carlo et al. Rheumatology Service, Arcispedale S. Maria Nuova, V. le Risorgimento N80, 42100 Reggio Emilia, ItalyBest Practice & Research Clinical RheumatologyVolume 18, Issue 5, October 2004, Pages 705–722. Miscellaneous Inflammatory Musculoskeletal Conditions.


(4) PET-CT en paciente con PMR. Se observa captación difusa en articulaciones sacroliacas (de cadera) y cuello. Imaging of polymyalgia rheumatica: indications on its pathogenesis, diagnosis and prognosis. CAMELLINO, Dario et al. Dipartimento di Medicina Interna, Clinica Reumatologica, Università di Genova, Viale Benedetto XV, 6, 16132 Genova, Italy. E-mail:cimmino@unige.it. Rheumatology (2012) 51(1): 5-6 first published online July 6, 2011doi:10.1093/rheumatology/ker193.

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